viernes, 10 de agosto de 2007

Noticias de Rush Hour 3

Más ágil que nunca

Antes de filmar la primera película de la serie Rush Hour –que se inició en 1998–, Jackie Chan ya había participado en cuatro películas estadounidenses.

Pero la última de ellas se había estrenado en 1985 y, durante los siguientes 12 años, el popular actor chino se negó a aparecer en otras cintas de Hollywood. Ninguna de estas había sido exitosa y todas ellas habían terminado por perjudicar la larga y honorable carrera que había desarrollado desde los 70 en Hong Kong, cuyo punto más alto fue Jui ken (1978), conocida en el mercado anglosajón como The Drunken Master.

Catalogado a nivel internacional como sucesor de Bruce Lee, Chan ha ostentado, en realidad, un estilo propio que, sin dejar de lado las piruetas y las escenas de pelea, le ha dado también mucho espacio al humor.

Rush Hour 3, que se estrena hoy, es la tercera parte de la saga que logró, finalmente, posicionar a Jackie como un aclamado intérprete de películas de acción en EU.

Sin embargo, antes de que se filmara la primera parte de esta serie, y después de sus sucesivos fracasos de los 80 en la taquilla local, el actor y director no estaba tan convencido sobre las bondades del proyecto.

"Pensaba que yo no le gustaba al público y juré que nunca iba a regresar a Hollywood", recordó el asiático.

"Mis agentes me pidieron que tratara una vez más con Rush Hour, donde iba a tener el papel de un policía de Hong Kong", comentó. "Lo hice, pero odié la película; me parecía que sus escenas de acción eran malas y no entendía los diálogos".

Desencantado, Jackie regresó a sus filmaciones en Hong Kong y fue allí que se enteró del éxito impresionante que la película tenía en Estados Unidos.

"Se empezó a decir que yo era el primer asiático que estaba teniendo éxito en ese mercado, porque Bruce Lee no hizo realmente nada en Hollywood", explicó el profesional de las artes marciales.

"De todos modos, las películas que hago allá tienen una taquilla muchísimo mayor en Asia", precisó. "Todo eso hizo que me diera cuenta de que los dos mercados son muy distintos y por eso ahora hago películas destinadas exclusivamente a uno o al otro".

Aunque parece haber encontrado cierto balance entre los dos mercados, Jackie no se encuentra del todo satisfecho con los trabajos que realiza fuera de su país.

"El otro día volví a ver Shanghai Knights y me di cuenta de sus errores", admitió. "La audiencia no sabe dónde estoy en las escenas de acción, porque las tomas son inadecuadas. Yo he estado metido en el cine de acción toda mi vida y me gusta mucho que Brett Ratner (director de la saga completa de Rush Hour) me haya escuchado".

Jackie también reveló suconflicto mayor con las películas estadounidenses: "Normalmente se me permite opinar durante la primera etapa del proceso de montaje, pero después, las cintas terminan siendo editadas de una manera completamente distinta".

De todos modos, Hollywood parece ser para este actor un mal necesario. "No interesa lo importante que seas en tu país; tienes que pasar por aquí para ser una estrella internacional", declaró. "He sido una figura gigante del cine asiático desde hace 30 años, pero cuando vine a EU me di cuenta de que nadie me reconocía en la calle".

Rush Hour 3 vuelve a reunir a Jackie con Chris Tucker, el actor afroamericano que interpreta al detective James Carter, un personaje exagerado y muy hablador.

"Filmar esta película fue muy cómodo para los dos", aseguró Jackie. "Cuando hicimos la primera, no conocía a Chris y no hablaba casi inglés, por lo que nuestra relación fue muy distante. Andábamos prácticamente escondidos en nuestros tráilers. Empecé a conocerlo durante la promoción del filme y para la segunda película ya éramos grandes amigos".

Durante sus rodajes, Jackie efectúa todas las escenas en las que participa sin ayuda de dobles, lo que lo ha hecho víctima de innumerables accidentes. Sus habilidades físicas se pueden observar ampliamente en Rush Hour 3, donde protagoniza algunas secuencias verdaderamente espectaculares.

Todo esto llama particularmente la atención cuando se sabe que tiene 53 años, una edad en la que pocos pueden seguir una rutina semejante.

"¿Cuándo pararé? No lo sé", manifestó. "Cuando me rompo una pierna, paro seis meses y me digo que ya fue suficiente; pero después me doy cuenta de que todavía puedo hacerlo, me olvido de lo viejo que estoy, me muevo para todos lados y me meto en las escenas de pelea, enseñándole, incluso, a otros cómo hacerlas".

El carismático actor dijo que mantenerse tan activo lo ayuda a sentirse joven. "El secreto es no dejar de hacer películas: tras Rush Hour 2 hice cinco o seis, y un día después de terminar Rush Hour 3 ya estaba metido en la filmación de The Forbidden Kingdom, donde también actúa Jet Li. Un mes después de eso, empecé a rodar otras dos cintas, una de las cuales es dirigida por mí".

Jackie aseguró que su agenda se encuentra llena hasta el 2010. "Hace cinco años dije que me iba a retirar, pero de repente me salieron planes para cinco años más; los proyectos buenos siguen llegando y no puedo rechazarlos", afirmó.


Brett Ratner anda deprisa

Chris Tucker y Jackie Chan repiten el plato por tercera vez en esta cómica secuela, nuevamente bajo la dirección de Brett Ratner. La acción se traslada de Los Angeles a París, donde una peligrosa organización criminal guarda un secreto que sólo estos dos policías tan distintos pueden descubrir. Rush Hour 3 se estrena el 10 de agosto.

"La torre Eiffel: el punto más alto de mi carrera"

El director de Rush Hour 3, Brett Ratner, conversó con Univision.com sobre la película, los actores y sus planes para el futuro.

Esta película me parece más graciosa que las anteriores. "Sí, quise que esta película fuera más graciosa que la anterior, porque ya conocíamos a los personajes y era importante para mí que fuera más chistosa que las dos anteriores".

En el caso de Jackie Chan, él ya no puede hacer sus dobles como antes, ¿verdad? "No, no, igual. El tiene 53 años, pero está igual que si tuviera 40, 30 ó 20, porque todo está en la mente. Lo que él hace es que tiene un doble que salta del edificio; si sobrevive, él lo hace".

Chris Tucker canta cuando está dirigiendo el tráfico. ¿Esa fue idea tuya o de él? "Fue mi idea. Trabajé con el guionista, llegué con mis ideas y pensé ¿cuál es mi situación de sueño para Chris Tucker y para Jackie Chan? Y empezamos el rodaje".

Hablando de una situación de sueño, tuviste entre los actores a Roman Polanski. "Sí, Roman Polanski es amigo mío y fuimos a almorzar. Me preguntó qué estaba haciendo y le contesté que Rush Hour 3 y que él debería estar ahí. '¿Y qué voy a hacer?'. Me fui al baño, llamé al guionista y le dije 'tienes que escribir esta escena para Roman Polanski'. Después se la envié y respondió 'bueno, estaré en la película'".

¿Y Max von Sydow? "Sí, Max von Sydow es uno de mis actores favoritos en el mundo. Me encantan todas las películas de Bergman y El Exorcista y Three Days Of The Condor. Pensé que por eso escribí la parte para él, pero nunca me imaginé que la haría. Le envié el libreto y me preguntó si podía ir a Niza, en Francia para encontrarnos. Por supuesto, fui, conversamos y me dijo que estaría en la película".

En tus películas, la ciudad es un personaje muy importante. En este caso escogiste París. "Sí, porque en Francia Chris y Jackie no hablan el idioma. Eso lo hace gracioso. Los personajes están en una situación en la que no entienden lo que se está diciendo y esa es una oportunidad para la comedia. Y además amo a París".

¿Va a haber Rush Hour 4? "Si Rush Hour 3 es un gran éxito, haremos Rush Hour 4".
¿En qué ciudad, en México? "México, cómo no".

¿Cómo fue filmar en la torre Eiffel, fue muy difícil? "Muy, muy difícil. Pero para mí fue el punto más alto de mi carrera, porque pude encender y apagar las luces a mi antojo, pues tuvimos el control de la torre desde la media noche hasta las 6 de la mañana todas las noches y me lucí ante Chris y Jackie con las luces. Pero fue una secuencia muy difícil".

Tuvieron que hacer algunos trucos... "Sí, efectos especiales, pero estuvimos allí filmando e incluso dejaron a Jackie que saltara al pasaje del elevador y agarrarse de los cables y lo subieron. Es asombroso lo que los franceses nos permitieron hacer, porque almorzamos muchas veces con ellos y lo logramos con mucho queso y vino".

¿Dónde conseguiste al taxista? "El es un director famoso en Francia y ha actuado en muchas películas (Yvan Attal). Fue a una audición y pensé 'es perfecto'".
¿Entonces estás dirigiendo a dos directores? "Tres, porque Jackie Chan también es director".
Después de Rush Hour 3, ¿cuál es tu próximo proyecto? "Probablemente una película con Eddie Murphy. El quiere hacer una con todos los comediantes jóvenes: Chris Tucker, Chris Rock, Dave Chappelle, Jamie Fox, en el que destruyan todos los apartamentos de la torre Trump".


Un 'Rush' de lo peor

La tercera comedia de Chan y Tucker es poco ingeniosa y previsible

Si The Bourne Ultimatum es la mejor de las secuelas número tres de este verano, Rush Hour 3 es claramente la peor.

El director Brett Ratner, que construyó su carrera en esta serie de películas de policías compañeros, ha improvisado una comedia de acción sin ingenio y demasiado previsible, que no es ni emocionante ni especialmente graciosa.

Pero Ratner también tiene el descaro de usar la película para hacer una declaración antiguerra. Jackie Chan y Chris Tucker viajan a Francia, donde un conductor de taxi muy francés (Yvan Attal) se burla de los fracasos de Estados Unidos en Vietnam y luego Irak. Después de unas pocas aventuras con estos dos personajes, el taxista adoptará eufóricamente la cultura estadounidense, diciendo que quiere saber qué se siente al matar a alguien sin motivo alguno. Todo termina con Chan y Tucker bailando en la calle al son de la melodía de War de Edwin Starr.

Rush Hour 3 tampoco funciona como un comentario sobre temas sociales o políticos. La sensación parece ser que seis años después de Rush Hour 2, —que recaudó 329 millones de dólares en todo el mundo—, se arrastró a todos aquellos que participaron de la primera secuela para poder ganar millones de dólares otra vez.

El guión de Jeff Nathanson (Rush Hour 2) reúne nuevamente al inspector Lee (Chan) y al detective Carter del Departamento de Policía de Los Ángeles (Tucker) luego de que el embajador Han de China (Tzi Ma) fuera asesinado de un disparo en la ciudad. Intentan identificar a los responsables de este crimen internacional conocidos como la Tríada, y salen a buscar su escurridizo líder Shy Shen.

Pero primero Lee descubre la identidad del asesino, después de una prolongada persecución por Los Ángeles. El asesino es nada más ni nada menos que Kenji (Hiroyuki Sanada), quien había sido como un hermano para Lee cuando ambos eran niños en un orfanato chino. Debido a que Lee (como el actor que lo representa) es una persona inherentemente decente, no puede dispararle cuando llega el momento.

En vez, Lee vuela a París para obtener más información, acompañado por Carter, que lo sigue como un perro demasiado fiel. A estas alturas estos dos actores pueden hacer esta película casi de memoria (y a veces da esa sensación). Tucker tiene ojos grandes y habla rápido, Chan es estoico y serio. En cada situación inusual que enfrentan, Tucker la supera con bromas y juegos, mientras que Chan lo hace dando patadas y golpes.

Su investigación los lleva a un estudio de kung fu, donde el dúo se enfrenta a un gigante que hace que Yao Ming parezca Earl Boykins. (La escena también incluye el momento más gracioso de la película, cuando Carter participa de la versión china de la rutina cómica de Abbott y Costello Who’s on First.) También visitan un club nocturno, con la esperanza de entender la conexión de la misteriosa actriz llamada Genevieve (la exótica modelo francesa Noemie Lenoir) como pieza crucial en este rompecabezas. Es también una buena excusa para que Lenoir desfile en un conjunto de ropa interior negro y con puntilla.

El gran momento de la película tiene lugar, en qué otra parte si no en la cumbre de la Torre Eiffel, con algunos momentos de vértigo eficaces, pero que en gran parte parecen generados por computadora. Y, por supuesto, durante los créditos también aparecen las tomas eliminadas de la versión final de la película (bloopers).

En un giro extraño, Roman Polanski aparece en un par de escenas como un detective francés exageradamente invasivo. Y Max von Sydow actúa como el presidente del Tribunal Penal Internacional, que puede o no tener deseos de mantener la armonía internacional. Si Ingmar Bergman no hubiera fallecido hace poco, esto probablemente lo hubiera matado.

Aldíatx, Univisión & La Opinión Digital

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